Bonito día primaveral el que vivimos en la primera salida al extranjero de Las 60 pulsaciones (4ª de la temporada).
Con los coches atestados de bicicletas partía la expedición de Medina rumbo a Puerto Serrano dónde da comienzo la Vía Verde de la Sierra de Cádiz. Allí nos esperaban otros 4 compañeros con nuestro socio Alejandro Cobos a la cabeza.
Unas vez pusimos a punto nuestras máquinas comenzamos a rodar. Enseguida se formaron 2 grupos claramente diferenciados: en uno el cubanito con su paranoia que si lo que quería era correr se podía haber apuntado a la maratón de Puerto Real, y en el otro grupo el resto de personas civilizadas.
Entre charlas y comentarios sobre el Barca-Madrid llegamos a las faldas de Olvera dónde el cubanito volvió a dar la nota. En su afán por vacilar a los demás decidió arrancar el primero en la subida, pero no contaba con la fuerza y pundonor de Carlos Gladiator. Le recortó unos 100 metros y cuado iban por la mitad de la cuesta el cubano intentó convencer a Carlos para que se volvieran y ante la negativa de éste decidió volverse solo con el rabo entre las piernas. Lo había reventado en 400 metros de subida. Los demás que tenemos más dignidad subimos hasta la plaza del pueblo.
Tras el merecidísimo bocadillo de rigor emprendimos la vuelta. La gente tenía prisa por ver el futbol y el ritmo fue un poco más elevado. Pero lo que no llegabamos a comprender algunos era el porqué al entrar en los túneles el personal esprintaba y al salir se paraban los cabrones.
Antes de llegar a Puerto Serrano fuimos testigos de unos de los adelantamientos más fulminantes de la historia del ciclismo. El afamado master-60 Manolo Aragón le quitó las pegatinas de la bici a uno de los hermanos Castro, no Fídel ni Raúl, sino Mario el hermano del podólogo.
Una vez de vuelta a Medina celebramos el buen día como se merecía la ocasión, con 2 o 3 (o las que caigan) cervezas.
Muchas gracias a todos los participantes y hasta la próxima.
