Era una mañana tonta y caliente de esas que te pega el sol en la frente y bien que pegó cuando dieron las 10 de la mattina. Y aunque la gente esperaba ansiosa que nos acompañasen Josemi o el Cubanito para poder ver una caida cómica, en esta ocasión no lo hicieron y nos quedamos con las ganas.
A pesar de estas notables ausencias decidimos emprender la marcha hacia el Cerro del Gato por el polvoriento Corredor Verde. Otra vez una ruta cortita pero con guasapp. En apenas 35 km se hicieron casi 900 metros de desnivel acumulado.
Pero lo peor del día no fueron las empinadas cuestas ni las rápidas bajadas, ni siquiera la pedazo de calor que empezaba a hacer, si no hacerle caso al profeta iluminado que dijo: "Cogemos por aquí que esto está bueno". Por los cojones que por alli se podia pasar bien.
En fín que tras un tortuoso camino de vuelta llegamos al circuito de los pinitos todavia con fuerzas para darle una vueltecita e intentar señalizarlo para que el personal pueda disfrutarlo (o sufrirlo) como es debido.
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